jueves, 27 de diciembre de 2007
Rama Italiana de Villagómez
En “Miscelanea de Villagómez”, incluimos una pequeña biografía de este personaje.
1.- Diego de Villagómez, fallecido en 1.630 ¿ Casado con Marianna Pérez.
2.- Manuel de Villagómez, nacido el 21 de Enero de 1.601 (Seguramente en Valladolid
y fallecido el 28 de Octubre de 1.654. La biografía de éste Capitán la tenéis en
las páginas siguientes a esta genealogía.
Francesco de Villagómez, nacido en 1.642 ¿ Casado con Francesca
Dell·Erario. – Hermanos:
Diego de Villagómez, nacido el 17 de Octubre de 1.641 ¿
Olimpia de Villagómez, nacida en 1.649.
Isabelle de Villagómez, nacida en 1.651.
Bernardo de Villagómez, nacido en 1.652.
Anna de Villagómez, nacida en 1.653
.
3.- Emanuele de Villagómez, nacido en 1.655. que sigue. Casado con Beatrice
Dell·Erario.
Marianna de Villagómez, nacida en 1.664 ¿
Teresa de Villagómez, nacida en 1.664 ¿
4.- Francesco de Villagómez, Casado con Teresa de Luca. Que sigue.
Giulio de Villagómez, Cura Abad de San Acloemo.
María de Villagómez.
Clementina de Villagómez.
5.- Emanuele de Villagómez, nacido el 17 de Abril de 1.736. Casado con Clarice
Berarducci. Que sigue.
Beatrice Rosa Villagómez, nacida el 23 de Marzo de 1.732
Eulalia de Villagómez, nacida el 13 de Noviembre de 1.733
Vincenzo de Villagómez, nacido el 17 de Agosto de 1.738
Orazio de Villagómez, nacido el 4 de Agosto de 1.739
Elisabetta de Villagómez, nacida el 11 de Abril de 1.741
Mauro de Villagómez, nacido el 6 de Agosto de 1.742
Brigitte de Villagómez, nacida el 25 de Enero de 1.744
Maria Michela de Villagómez, nacida el 16 de Mayo de 1.745. S.F.
Maria Michela de Villagómez, nacida el 15 de Julio de 1.747. S.F.
Maria Michela de Villagómez, nacida el 30 de Abril de 1.748
Giusppe María de Villagómez, nacido el 28 de Octubre de 1.749
Sergio María de Villagómez. nacido el 27 de Julio de 1.751
6.- Gaspare de Villagómez, Casado con Teresa Maresca, Que sigue.
Teresa María de Villagómez, nacida el 4 de Dicciembre de 1.768
Francesco Pablo de Villagómez, nacido el 14 de Abril de 1.770
Giovanna María de Villagómez, nacida el 16 de Diciembre de 1.772
María Giuseppa de Villagómez, nacida el 15 de Mayo de 1.774
Hipólita María de Villagómez, nacida el 20 de Enero de 1.776
Matilde María de Villagómez, nacida el 8 de Junio de 1.780
7.- Carlo de Villagómez, nacido el 2 de Abril de 1.811, Casado con Marianna Manetti.
Emanuele de Villagómez, fallecido en Nápoles en 1.827
Clarece Carlotta de Villagómez, nacida el 18 de Abril de 1.797
Stefania Francesca Paola de Villagómez, nacida el 25 de Mayo de 1.799
Francesco de Villagómez, nacido el 10 de Enero de 1.848, Casado con
Elisa de Angelis Calentano Húngaro.
Margherita de Villagómez, nacida el 28 de Agosto de 1.856
Marianna de Villagómez, en parto múltiple; los antecedentes
Teresa de Villagómez, familiares son de partos múltiples y
Clementina de Villagómez muchos hijos.
Vincenzo de Villagómez.
Filomena de Villagómez.
Gaetano de Villagómez.
8.- Gaspare de Villagómez, nacido en 1.860, casado con Giuseppina Bufis. Que sigue.
9.- Carlo de Villagómez, nacido el 25 de Diciembre de 1.889 y fallecido en 1.972,
Casado con Silvia Consiglio. Que siguen.
Francesco de Villagómez, 1.893-1.965, Esposa: Antonia Gargiula
Giuseppina, 1.936.- Hijos:
(Ruego aclaración a todo)
Giuseppina, 1.895 – 1.917.- Soltera.
¿?? De Villagómez, soltero.
¿?? De Villagómez, soltero.
10.- Gaspare de Villagómez, nacido el 3 de Mayo de 1.931, fallecido el 7 de Noviembre
De 1.994. Casado con Lucrecia Ingravalle, nacida el 17 de Noviembre de 1.933 y
Fallecida el 16 de Julio de 1.972.
Giuseppina de Villagomez, 1.926-2.002, casada con Berardino Squeo, hijos
Pasquale, 20 Abril 1,951
Carlo, 22 Septiembre 1.952
Anna María 9 de Junio de 1.857
Anna María de Villagómez, 1.927 – 4.VIII. 1.956, soltera.
11.- Sergio de Villagómez, nacido el 19 de Abril de 1.967, casado con Silvia Dal Sano,
Hija, Lucrecia, 10.XII. 1.997
Carlo de Villagómez, nacido el 22 de Enero de 1.961
Silvia de Villagómez, nacida el 12 de Noviembre de 1.975 Anna de Villagómez, nacida el 22 de Mayo de 1.978.
Capitán Manuel de Villagómez
Un primer documento, Cédula Real de 10 de Octubre de 1.620 en el que Felipe III ordena se le den seis escudos de ventaja al mes al soldado de las galeras del Reino de Nápoles Don Manuel de Villagómez, además de su paga ordinaria. Hay una toma de razón de Antonio de Arostegui.
En otra Real Cédula, que transcribimos a continuación:
“Duque de Alba, Primo mi Virrey, Lugarteniente y Capitán General del Reyno de Nápoles.Teniendo consideración a las buenas partes de Don Manuel de Villagómez, y a lo que ha servido desde el Año de seyscientos y veynte a esta parte en las Galeras de esse Reyno a imitación de su padre y passados, le he hecho merced, como por la presente se la hago, de ocho escudos de ventaja al mes en esse dicho Reyno Inclusos los seys que ha gozado en las dichas Galeras. Los quales ha de gozar de más de su plaza Ordinaria de soldado, Residiendo y sirviendo entre la Infantería española del Tercio, yo los encargo y mando deis orden que desde el día de la presentación de esta en adelante todo el tiempo que como dicho es sirviere se le asienten, libren y paguen los dichos ocho escudos de ventaja al mes, según y de la manera que a los demás aventajados, de ahí que assi es mi voluntad y que no se le ejecute la presente si el dicho Don Manuel de Villagómez no presentare las señas de su persona con fee del Infrascrito Secretario de Estado, y mando que tomo valor desta mi cédula Eugenio de Marban mi Contador de las mercedes que se hacen por el mi Consejo de Estado. Dada en Madrid A 22 de Mayo de mill u seys cientos y Veinteytres años. Yo El Rey.
En la Biblioteca de la Universidad de Alicante encuentro: “ Manuscríto, impreso en Italia” por Mauro Dauronte en donde dice: “ En 1.625 el Capitán Villagómez combatió en la Valtina contra los grisones en tiempos de Felipe IV”
Certificado que solicita y obtiene:
“El Capitán D. J. de Cereceda y Obregón, Comisario de la Reales Fábricas y Fortificaciones del Reyno de Nápoles, por su magd.
Certifico y ago fe q. conozco al Alferez Don Manuel de Villagómez de cinco años a esta parte servir a su magd. hallándose en todas las ocasiones q. en dicho tiempo se ofrecieron, particularmente cuando fuimos a socorrer a Génova, siendo Alférez de mi Compañía, y aviendole encomendado, por la satisfacción q. tengo de su persona algunas cosas de importancia, ansi en tierra como en la mar, a dado siempre muy buena cuenta de todo, y es persona q. por su calidad y muchas buenas partes merece q. su magd. le aga merced
Y a pedimiento suyo le di la presente firmada de mi mano y sellada con el sello de mis armas en Nápoles a 16 de marzo de 1.630.
En Madrid y con fecha 26 de septiembre de 1.630, tenemos una “conduta”( lo que hoy llamamos un conduce) en el que de forma muy amplia y formal el Rey da al “ Capitán de Infantería Española para Levantar doscientos y cincuenta Infantes en el Reyno de Valencia a Don Manuel de Villagómez.”
Una más, que dice:
“Conde de Monterrey, Primo del mi Consejo de Estado, Presidente en el de Italia y mi Lugar Teniente y Capitán General en el Reyno de Nápoles. Teniendo consideración a lo bien que me ha servido el Capitán Don Manuel de Villagómez de doce años a esta parte en esse Reyno, y a que últimamente fue reformada la compañía con que me servía en Cataluña, le he hecho merced (como por la presente se la hago) de veynte y cinco escudos de entretenimiento al mes, en el que ha de gozar residiendo y sirviendo cerca de vuestra persona y lo que le ordenareis de mi servicio, yo os encargo y mando deis orden para que desde el día de la presentación desta en adelante, se le asienten los dichos veynte y cinco escudos de entretenimiento al mes, libren y paguen todo el tiempo que sirviere y residiese (como va dicho y esta obligado) según y de la manera que a los demás entretenidos, que assi es mi voluntad. Y tomará la razón de esta mi Cédula, Don Juan del Castillo mi Secretario de Registro de Mercedes y Eugenio de Marban mi Contador de las que se hacen por el mi Consejo de Estado. Dada en Madrid A 8 de Agosto de mill yseiscientos y treinta y tres años. Yo El Rey
El orden cronológico en que hemos presentado los anteriores documentos nos da brevemente la historia militar del Capitán Villagómez. Habiendo tomado parte en la guerra de la Valtina , Valtelina, según otros, y el Valle, según algunos cronistas españoles ( Los Grisones, Suiza), damos primero lo que de ella dice Monreal en su Historia de España.
“La primera de estas guerras en que encontró empeñado Felipe IV, fue la de la Valtelina, cuyo país hemos visto como el gobernador de Milán lo había libertado de los grisones suizos. Queriendo ahora el cardenal de Richelieu, enemigo celoso de la casa de Austria, restituir aquel país a los mismos grisones, no obstante las dificultades que ofrecía la diferencia de religión, empeñó a Francia y España en una guerra, en la cual tomaron parte, por la primera, Saboya y Venecia, y por la segunda, Parma, Módena y Toscaza, con las republicas de Génova y Luca. Hecha la guerra principalmente entre los saboyanos y genoveses, al fin las exhortaciones del Papa hacia Richelieu, y los deseos de Francia y España, lograron que terminara por un tratado entre Richelieu y Olivares (Enero 1.626), en cuya virtud la Valtelina quedó libre, con la religión católica asegurada.
En “ História de Don Felipe IV Rey de las Españas” de Don Gonzalo de Céspedes y Meneses, de 1.634, en el Capitulo XVII, página 65, se hace mención de la intervención del Capitán Villagómez en la batalla contra los grisones en el valle de la Valtina, 1620-1625.
Casado con Antonia Milazzi, nacida en 1.622, da origen a una gran familia, que después de diez generaciones llega hasta los hermanos Cárlo y Sergio de Villagómez, a quienes debo la mayor parte de la información de que me he valido.
¿Era Fray Pedro de Villagómez un Impostor?
En INDIFERENTE, 2076, n. 104.- En 1.618, comunica que el año 1.615, se le dio licencia para volver a la Nueva España, lo que no pudo hacer por enfermedad. Suplica a S.M. le de licencia aunque hayan pasado los dos años en que estaba obligado.
En CONTRATACION, 5369, N. 23 1.619.- Solicita en la Contaduría de la Casa de la Contratación se le de el despacho para embarcarse.
Fray Juan de Ularrinaga de la Orden de San Francisco, Comisario en las Indias. Certifica que es el mismo contenido en las Cédulas Reales. Que es de cuarenta años poco más o menos, alto de cuerpo, moreno de rostro y con un lunar en el lado izquierdo del rostro.
Por fin el 22 de Mayo de 1.619 se le da el despacho; pero la autorización del Rey no llega hasta el 30 de Agosto de 1.620
Ya en Lima, en 1.664, inicia la Información de Parte que sigue:
A.E.R. A.G.I. Líma 255, N, 4 1.664. En la parte superior izquierda, dice: El Provisor, y a la derecha, Don Pedro de Villagómez, y Sacada al 1.666.
Muy Poderoso Sr. El Doctor Pedro Villagómez, Presbítero, Cura Parroquial de la Iglesia Señora de Santa Ana de ésta ciudad. Natural de Castroverde de Campos en el Reino y Obispado de León, digo:
Que a mi derecho conviene se me reciba Información, con citación de Vº Fiscal, en conformidad de lo dispuesto por cédula de S.M., de mis méritos y servicios, y de los de mis padres y antepasados, y que los testigos se examinen a tenor de las preguntas siguientes:
Primeramente serán preguntados, como soy a Don Francisco y Don Antonio de Villagómez ,sus hermanos, del dicho Pedro de Villagómez , se les hizo merced de los hábitos de Santiago, cuyas insignias traen puestas por ser como son, así de parte de padres, abuelos y bisabuelos de notoria calidad y lustre en ésta posición, han estado y están comúnmente recibidos de nobleza de grandes puestos, y dignidad de que han ocupado sus ascendientes, y en especial el Ilustrísimo Sr. D. Antonio Alfonso Mogrovejo de decorosa memoria, Arzobispo que fue de la Iglesia de ésta ciudad y así mismo el Sr. Don Pedro de Villagómez, Arzobispo también en dicha ciudad, mis tíos.
Digan si saben que el dicho Doctor estudió en la Universidad de Valladolid, Facultad de Cánones, donde se graduó de Bachiller, y el tiempo que cursó se adelantó en virtud, letras y modestia, mereciendo los aplausos y honras de sus maestros, digan
.Digan, si saben, que habiendo llegado a esta ciudad de los Reyes, se graduó de Licenciado y de Doctor en la Facultad de Cánones, Procediendo a los exámenes, públicos y secretos, en que mostró sus lucidez y aplaudido por los examinadores, que todos le aprobaron unánimemente, y conformes digan y remítanse a los títulos presentados.
Hijo legítimo del Licenciado Francisco Gonzáles y Monteses y de Catalina Villagómez, que me tuvieron y procrearon durante el matrimonio que celebraron entre si, según orden de la Santa Madre Iglesia y como a tal me alimentaron y cuidaron llamándome hijo y yo a los susodichos, padres y en esta posesión fui habido y tenido, sin haber cosa en contrario.
Y si saben que de todos los cargos susodichos que ha tenido, no ha resultado queja, ni criminal contra el susodicho, ni contra él ha habido en este Juzgado Eclesiástico de esta ciudad, causa ni querella alguna, antes ha sido por aclamado de todos, por ser como es persona apacible de buenas costumbres y , que solo trata de hacer justicia sin agravio de partes y sin faltar a sus obligaciones y sin faltar a la modestia que ha profesado y que profesa, digan:
Si saben que habiendo vacado el Curato de la Iglesia de Señora Santa Ana de ésta ciudad, se puso en concurso de personas muy doctas, y se acordó sean reconocidas sus letras, capacidades, virtud y méritos.Fue preferido y nombrado para el dicho Curato, en primer lugar, y aprobado y confirmado por el Gobierno, al cual lo ha servido y sirve con ,vigilancia, acudiendo a la administración de los Santos Sacramentos y a los demás de mi cargo exactamente y con el aplauso de sus feligreses.
Digan si saben que por lo contenido en las preguntas que anteceden habiendo de nombrar el Ilustrísimo Señor Doctor Don Pedro de Villagómez, Visitador General de Conventos, y conciencia que tal cual conviniese para el acierto y buen uso del susodicho ministerio,
nombró al dicho Don Pedro por la cuenta que ha dado siempre de lo que ha sido a su cargo por Visitador de lo tocante de ésta ciudad y después para Visitador General de todo éste Arzobispado y así mismo por Juez de Testamentos, Capellanías y obras pías, acudiendo a todo a satisfacción de su Prelado, procediendo con buen celo. desinterés y mucho aprovechamiento en sus visitas, amparando a los indios y gente pobre, guardándoles justicia y ayudándoles sin haber faltado en cosa alguna a los que ha sido de su cargo y obligado con su buena administración, que le hagan nuevas……..
EN LÍMA 244, N. 11 1.651.Anteriormente, en este año, había iniciado otra Información de Parte, donde aproximadamente decía lo mismo; pero no nombraba para nada a Antonio FranciscodeVillagómez.
Al final, en la octava pregunta dice:
Si saben que por lo contenido en dichas preguntas, es digno y merecedor de que Su Majestad le haga merced de una de las prebendas y dignidades de la Iglesia de esta ciudad y que la servirá en servicio de ambas Majestades, prestando.
A Vª A. pido y suplico mande se me reciba información al tenor de este pedimento, con citación del Señor Fiscal y todas se remita en la siguiente ocasión de armada en la forma ordinaria con vuestro parecer en que se recibirá con justicia, Doctor Pedro de Villagómez.
En los dos folios, siguientes y últimos, dice:
Decreto.-Hágase información de oficio conforme a la Cédula Real de su Majestad que trata, con citación del Sr. Fiscal, y susodicha se saque de ella y de los recados presentados, un traslado, y cerrado y sellado se traiga a su tiempo, para que con el parecer que se diere por Real Acuerdo se remita al Real Consejo de Indias en la preferente ocasión de armada.
Pronª.-
Salió proveydo lo de suyo decretado y rubricado del Real Acuerdo de Justicia, que lo hicieron los Señores, Presidente y Oydores de la Real Audiencia. En los Reyes a diez y siete de Agosto de mil seiscientos cincuenta y un años, y lo señalaron los Señores Doctores, Don Andrés de Villela, Don Antonio de Calatayud, Don García Francisco Carrillo Aldrete, Don Sebastián de Alarcón y Don Francisco Sarmiento de Mendoza = Don Pedro de Quesada.
Nombramiento de Juez.-En la ciudad de los Reyes, diez y nueve días del mes de agosto de mil seiscientos y cinchen y un años, el Excelentísimo Señor Conde de Salvatierra, Virrey Gobernador y Capitán General en estos Reynos y provincias del Perú, Tierra Firme y Chile, nombro por Juez que haga la información del oficio que esta mandada recibir de las partes, méritos y letras del Doctor Don Pedro de Villagómez, presbítero cura de la Parroquia de la Iglesia de Señora Santa Ana al Doctor Don Garcia Carrillo de Aldrete y de esta Real Audiencia y le dio comisión en forma y lo firmó.= Conde de Salvatierra = Don Francisco Flores
Crtton.En los Reyes en venticinco de agosto de mil seiscientos cincuenta y un años, Yo el Escribano de Cámara, cite para hacer esta información de oficio al Señor Doctor Don Pedro Vázquez de Velasco, por Alcalde de Su Majestad en su persona, que lo hizo con su sello = Don Francisco Flores.
Título de Juez.-In Dei nomine amen. Sigue en latin. Etc. Etc.
Desde que tuve en mi poder las primeras fotocopias de los folios encontrados en A.E.R. encontré cosas que me hicieron dudar de que lo que decía de su origen fuera cierto.
Llama tíos, por igual , a Santo Toribio, la primera vez, Antonio Alfonso de Mogrovejo ,y ya , correctamente , la segunda.
Se dice hijo de Catalina Villagómez y del Licenciado Francisco González de Monteses y hermano de Antonio y Francisco de Villagómez, los Caballeros de Santiago.
Por la certificación de Fray Juan de Ularrinaga, que arriba se cita,
Debió nacer aproximadamente en 1.579, cuando aún no había nacido la que dice ser su madre.
Si la Catalina Villagómez a que se refiere no es la madre de Antonio y Francisco, ¿ como se dice hermano de ellos y sobrino del Arzobispo Pedro de Villagómez ¿ Lo de sobrino del Arzobispo, no es la primera vez que veo en documentos de esa época, aplicar el apelativo de tío, indistintamente, a hermanos y primos de los padres; pero lo de decir:
“Primeramente serán preguntados, como soy a Don Francisco y Don Antonio de Villagómez, sus hermanos del dicho Pedro de Villagómez”
Que puede leerse con toda claridad y que no se incluía en la primera Información de Parte, nos hace dudar de su veracidad.
La Catalina Villagómez, madre de Fray Pedro, por la edad de éste, debió nacer hacia 1.559, o antes, aproximadamente y como los registros de bautismo en las parroquias de Castroverde no comienzan hasta 1.598, no hay forma de dar con ella, su bautismo, o su matrimonio en los listados de los mormones. Así es que seguimos sin poder resolver esta incógnita.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
Padre Francisco Niño de Villagómez
Francisco de Montejo al Rey. El Padre Francisco Niño de Villagómez, vino a ésta gobernación en busca de dos hermanos suyos, que han servido en ésta tierra de capitanes en todo el tiempo de la pacificación, y después de ello, en un alzamiento, mataron a ciertos españoles, entre los cuales fueron los dos hermanos suyos; y llegado a ella, le pareció que pues los hermanos eran muertos, en ella se quedó y se ocupa a.v.m. en la iglesia, y así lo ha hecho en todo lo que se ha ofrecido, y dado muy buena cuenta de su persona, así en lo que toca a la iglesia, como en lo demás, y como persona que toda la merced que V.M. fuere servido de mandarle hacer en remuneración de los servicios de sus hermanos, cave en él. Y así lo suplico yo a V.M., Nuestro Señor, la s.c.c.m. de V.M. y sus criados y vasallos desean desde ésta ciudad de Mérida, Yucatán.. Quince de Enero de mil quinientos cuarentay ocho. .
Entre los documentos de Bernardino de Villagómez en Yucatán, doy en una declaración de testigos con la de Francisco Niño Villagómez, trasladado a petición propia desde Valladolid, manifiesta ser hermano de Bernardino.. Los motivos, son los que se dan más arriba.
Toribio de Villagómez
Toribio de Villagómez, natural de Palencia, soltero, hijo de Bartolomé Villagómez y Ana Pérez, a Nueva España. Toribio de Villagómez, digo que Su Majestad por ésta su Real Cédula, de la que hago presentación, me da licencia para que pueda pasar a la provincia de la Nueva España dando información. Conforme a las Ordenanzas de ésta Casa de la Contratación, hago presentación, y porque ahora van a la dicha provincia la nao de Pedro Espíndola y la de Ruy Díez Matamoros. Pido y suplico a Vª Merced que se me de licencia en virtud de la dicha cédula para que pueda ir a la dicha provincia de la Nueva España, para lo cual espera.
Capitán Bernardino de Villagómez
En 06.12.1.537, Jorge de Villagómez, hijo de García de Villagómez y de Lucrecia Jufré. Natural de Medina de Rioseco, embarca para Nueva España para obtener un corregimiento. Con estos datos tenemos los antecedentes de este Jorge y de sus hermanos Capitán Bernardino Villagómez y Francisco Niño Villagómez ,Clérigo
Gracias a la apertura de Información a petición de parte, que inicia el 18 de Enero de 1.546, tenemos amplia noticia de sus andanzas por Méjico.
La inicia diciendo que es Alcalde Ordinario en la villa de Valladolid por S.M.
Así sabemos que con catorce o quince años ya servía a la Corona Real, que había establecido contacto con el Padre Francisco Niño de Villagómez. Muy joven todavía forma parte de la expedición que Francisco Vázquez Coronado , en 1.540, inicia desde la desembocadura del Río Colorado en el Golfo de Méjico, para adentrarse en lo que hoy son los EEUU.En ésta expedición, iba por tierra como Capitán General ,Vázquez Coronado y en embarcaciones y después en botes otra partida de seguimiento al mando de un Capitán de Navío, Fernando de Alarcón, que iba siempre por delante. Por lo que entiendo, nuestro Bernardino, acompañaba ésta partida.Según nos cuenta, “si saben que por la borda de correr de la costa, con mucho riesgo de tormenta, y muchos trabajos llegamos al “barranco bermejo”, sin poder saber nueva del Capitán General a la dicha tierra adentro, y no pudiendo ya los navíos seguir adelante, el Capitán Fernando de Alarcón y yo con diez soldados, nos fuimos tierra adentro por el río arriba, por entre mucha gente, fuimos tomando posesión de los pueblos en nombre de S.M.”(Este Capitán Alarcón muere durante le expedición en 1.541.)
No da mucha idea su relato de lo que debió ser ésa marcha, intentaré poner el mapa que de la misma da Internet, así como un cuadro , pintado en el Siglo XIX.
“ Por éste tiempo se descubrió la tierra Nueva Avila, y por Fray Marcos de Niza a quien el Virrey, en nombre de S.M. hizo gran merced.”
Al fin y no pudiendo sustentarse, se volvieron a la Nueva España, dando cuenta al Virrey.
Después de ésta Operación, su prestigio debió ser grande como para que los Montéjo se fijaran en él, y así “El Sobrino” que quería aprovechar la cooperación de los cheles para avanzar al oriente, que era donde se localizaba la parte más importante para la conquista total, nombró como su Maestre de Campo a Bernardino de Villagómez, hermano de Jorge, a quien el Adelantado nombró como su maestre en la conquista de Uaymil-Chetumal.
Bernardíno era un capaz Capitán, que estableció una serie de postas o avanzadas en su ruta hasta Tecoh, que era la capital de los cheles, donde fortificó su campamento y almacenó gran cantidad de víveres en previsión de la campaña de Oriente.
Villagómez consiguió con el apoyo de los caciques cheles, que se disciplinaran y aceptaran la sumisión los gobernantes de Chikinchel y de algunas comunidades de los Cupules. Su misión fue todo un éxito.
La expedición de Vázquez Coronado. Oleo de Fréderic Remington. 1.861 – 1.909
Montejo “El Sobrino” se fue a Mérida. para organizar su embestida decisiva, y en el verano de 1.542 marchó hacia Tecoh con sesenta hombres bien armados y se reunió con Villagómez. El informe de Villagómez tiene desde luego singular importancia para historiar la conquista del oriente:“Así poblada la ciudad de Mérida, el señor Francisco de Montejo. teniente de gobernador ,capitán genera, hizo gente para pasar a poblar una villa en las provincias de Conil, e me mandó que fuese a poblar la dicha villa e me dio provisión de maestre de campo e capitán, e fui adelante con la gente de guerra e asenté real, tres o cuatro meses en la dicha ciudad de Mérida y las dichas provincias y esperando se despache el dicho capitán general con gente por la tierra de allá asegurar a causa de que estaba rebelada e traje nos batimentos y cosas necesarias al real, e me vinieron de paz las dichas provincias de Conil”
“El Sobrino” consideró antes de aventurarse de lleno a territorio Cupul, abrir caminos claves que lo enlazaran desde Mérida.
Montejo despachó observadores. Villagómez fue al área de los tazes para obtener información relativa a los Cupules; grupo que presentaba para los españoles tanta preocupación como el de los cocones. Estaba buscando el sitio más apropiado para fundar Valladolid.
En 1.543, “El Sobrino” funda Valladolid, y los dos primeros alcaldes fueron Bernardino de Villagómez y Francisco de Ciéza.
En el Levantamiento Maya de Noviembre de 1.546, el movimiento de Chemax se dirigió a Valladolid, tomándola y donde fue muerto su alcalde Bernardino de Villagómez.y posiblemente su hermano Jorge. (véase la carta de Montejo al Rey interesándose por Francisco Niño de Villagómez, hermano de ambos.)
En lo que respecta a su hermano Jorge, ya hemos dicho antes que “El Adelantado” lo nombró como su maestre en la conquista de Uaymil-Chetumal Respecto a éste Jorge, recuérdese los dicho en Melchor de Villagómez.
El 6 de Enero de 1.542, Francisco Montejo “El Mozo”, funda Mérida, y una de los doce regidores del ayuntamiento, es Jorge Villagómez.
A.E.R. en PATRONATO, 57, N. 3 R.2. da junto con otros documentos de Bernardino de Villagómez el siguiente:
“El Rey: Don Antonio de Mendoza, mi Virrey y Gobernador de Nueva España, y Presidente de mi Audiencia que en ella reside Jorge de Villagómez, va de futuro Consejo por lo cual y por lo que Antonio de Villagómez, su tio, nos ha servido, tengo voluntad de le mandar favorecer en lo que hubiera lugar, por ende y por vos mismo Jorge Villagómez de uno de los corregimíentos .Venticuatro de Mayo de mil quinientos treinta y siete años.” Esta recomendación le llega a Felipe II de su tío el Emperador Fernando I por carta desde Francfort el 26 de Febrero de 1.558. En ella se dice que es Alferez. ( Colección Salazar y Castro)
El Antonio de Villagómez a que se refiere Felipe II, parece ser el que en el Capitulo IX “Como fue marchando el ejército desde Montemos Nobo la vía de Setúbal” dice:
“ y el Duque (Alba ) puso de guarnición al Capitán Villagómez, del hábito de San Juan con ciento ochenta arcabuceros del tercio de Don Gabriel Niño.Fecha de éste acontecimiento doce de Julio de mil quinientos ochenta y seis”
Esto sucede en la guerra con Portugal de Felipe II; pero ya el Capitán Villagómez se habría distinguido en Flandes como para que Carlos I lo recomendara.
Otro Antonio de Villagómez, o él mismo, aflora en la documentación de la época, cuando en 1.527 acusa a Hernán Cortes de haber dado a los conquistadores, solares, y quitándoselos después para dárselos a los frailes. Según Josefina Muriel “ En torno a una vieja polémica: erección de los primeros conventos de San Francisco en ciudad de México en el Siglo XVII.”
COROLARIO: Si en 1.537 Jorge de Villagómez embarca para Nueva España ( Méjico ) y es natural de Medina de Rioseco ( Valladolid ) e hijo de García de Villagómez y de Lucrecia Jufre, con las circunstancias siguientes: Cinco de los testigos en el Expediente de Limpieza de Sangre del Licenciado Pedro Villagómez Canónigo Doctoral de Sevilla, son de Medina de Rioseco.Que según los Mormones, en las parroquias de Santa María y de Santa Cruz aparecen ocho Villagómez casados entre los años 1.600 y 1.759, es de suponer que los padres de Jorge se casaron en donde fuera vecina Lucrecia; pero los Mormones no me dan mas resultados de este apellido y en Medina de Rioseco que: Juan Jufre y Montesa, nacido en 1.518, hijo de Francisco Niño de Guevara y de. Cándida Montesa; casado en Lima con Constanza Meneses en1.559. Nuestro primer antepasado reconocido, Jorge Villagómez, de Castroverde de Campos se casó con Peregrina de Espinosa vecina de Medina de Rioseco, no cabe duda de que el Jorge de Villagómez, que ahora nos ocupa, tiene toda la apariencia de ser pariente muy cercano a nuestra rama. Utilizando un sistema de calculo algo aleatorio para la obtención de fechas desconocidas; venticinco años por generación, calculamos que nuestro Jorge debió nacer hacia 1.475. y ser primo hermano de este Jorge, que muere en Yucatán.
Los Diguja Quiñones y Diguja Villagómez
En el Capitulo IV, Hernando Villagómez, Pag. 10 ya empiezo a contar algo de los Diguja, empezando con los hijos de Juan Agustín Villagómez, Joseph y Antonio Diguja Villagómez. Como decía en el Capitulo citado, el poseedor en 1.752 del Mayorazgo familiar instituido por Hernando Villagómez, era Don Luis Diguja Villagómez, nacido y vecino de Benavente (ZA) y su Regidor Perpetuo, Señor de la Villa de Magaz y de su castillo en 1.777. Posteriormente, el Mayorazgo revirtió en los estados de Don Alvaro de Navia y Osorio, Marqués de Ferreras, Senador del Reino y vecino de Aviles.
( En A.E.R. PLEITOS CIVILES ALONSO RODRIGUEZ (F) Caja 3490,0004/ 3491.0001.- Pleito de Manuel Alvaro de Navia Osorio de Aviles, con Donato Alfonso de Villagómez ,de Benavente, Za. Y Domingo Andrés, vecino de Valderas, apoderado de la Marquesa de Mauri, residente en Nápoles, sobre propiedad de un mayorazgo.)
El misterio que intentaremos descubrir es si estamos tratando de dos personajes distintos, Joseph Diguja Villagómez y Joseph Diguja y Quiñones, o se trata del mismo el que aparece con distinto segundo apellido, sin que hayamos encontrado, hasta ahora, justificación o explicación.Es posible que en esto tenga algo que ver la relación que tiene con José Pizarro, Teniente General, Virrey y Gobernador del Nuevo Reino de Granada, Marqués del Villar, con el que se embarca en 1.740 en una desgraciada expedición a los mares del Sur que después veremos. con más detalle.Vuelto a España en 1.745 fue hecho Teniente de Fragata de la Real Armada.
Se casó en Cartagena de Indias. Desconocemos el nombre de su mujer.Según me adentro en la investigación estoy más convencido de que se trata de la misma persona. Con el nombre de José Diguja, simplemente.
Por su mayor extensión doy lo que de él se cuenta en la “ Historia general de la República del Ecuador”Capítulo sexto.- I.- Varios acontecimientos de grande trascendencia ocurrieron en estas provincias durante el gobierno del presidente Diguja, y en todos ellos se puso de manifiesto el noble espíritu de rectitud y de benignidad que tanto distinguió a éste Magistrado, uno de los mejores del tiempo de la Colonia; la armonía entre la autoridad eclesiástica y el poder civil se habría alterado, si Diguja no hubiera tenido prudencia y circunspección sosteniendo las regalías del patronato en todo lo que le parecía justo, y auxiliando al Obispo, siempre que el Prelado reclamaba el apoyo del brazo secular para mantener incólumes los fueros de su sagrada dignidad.
Tres años después del Obispo Carrasco, y asimismo a los once de gobierno, salió de ésta capital el presidente Diguja, dejando de sí recuerdos tan buenos como no los dejó semejantes ninguno de los presidentes del tiempo de la colonia. El brigadier don José Diguja era caballero por alcurnia, y mucho más por la nobleza de los procedimientos; estaba soltero, y, aunque soldado, sus costumbres eran limpias e irreprensibles, ni se le vio dominado jamás de la codicia, pasión bastarda y, por desgracia muy común en todos los españoles, que con cargos de gobierno venían a las colonias. Los once años del mando de Diguja hicieron a los criollos olvidar los resentimientos pasados y hasta amar su dependencia respecto a la metrópoli; y, se de España hubieran venido siempre a gobernar estas provincias varones tan probos y tan íntegros como Diguja, nuestra emancipación política de la Península habría sido moralmente imposible. Diguja se alejó de Quito dejando a todos pesarosos de su partida.
Don José Diguja fue nombrado Presidente de la Audiencia, Gobernador y Capitán General de Quito en 1.764, pues su título, con la calidad de interino, se le expidió el 5 de mayo de aquel año, estando desempeñando el cargo de Gobernador de Cumaná; recibido su nombramiento, pasó de la Guayra a Cartagena, subió de ahí a Bogotá y vino por tierra a Quito, gastando en su viaje más de tres meses, desde abril hasta julio de 1.767.Diguja estaba en América como diez y ocho años, pues llegó el año 1.749, en la familia del Virrey Alonso Pizarro; antes había recorrido gran parte del continente meridional porque salió de Santander el año de 1.740, embarcándose en el navío llamado El Asia, uno de los que componían la expedición que zarpó de las costas de de España en demanda del vice-almirante Anson.(Ingles)El buque en que venía Diguja no pudo doblar el Cabo de Hornos, y bien maltratado contramarchó a Buenos Aires; parte de la tropa expedicionaria, caminando por tierra y atravesando la cordillera, tocó en Chile, de donde pasó a Lima; en el Callao volvieron a hacerse la vela, y subieron hasta el archipiélago de Juan Fernández, visitando varios puertos del Pacífico, en la flota del Virrey Mendoza, Marqués de Villagarcía, mandó salir para defender los puertos del Perú de las nuevas invasiones extranjeras, que tanto recelo infundíanEn esta primera ocasión permaneció Diguja cinco años en América; en 1.747 vino por segunda vez y regresó inmediatamente; la tercera vez fue en 1.749 y entonces residió en Bogotá hasta el año 1.753 .Era brigadier de los reales ejércitos y Teniente Coronel de la Real Armada.Como ingeniero dirigió en Bogotá la construcción de la calzada en la sabana, y después formó parte de la comisión organizada para entenderse en el arreglo de límites entre las posesiones de España y Portugal, y, con este motivo, recorrió los valles del Orinoco.El año de 1.778, en que terminaba el periodo de su gobierno de Quito, regresó a España, contaba sesenta años de edad .!Quien lo creyera! .!Un gobernante tan benemérito como Diguja no recibió premio ninguno, y tornó a la vida privada sin más remuneración que la de Caballero de la Orden de Carlos III, fundada recientemente.( Ver al final B.)Padeció incesantes contradicciones de parte del Virrey Mesía de la Cerda, a quien habían indispuesto contra Diguja dos empleados confidentes del Virrey y enemigos personales del íntegro Presidente de QuitoCuando Diguja salía de Quito .eligiendo el camino del Sur para regresar a España, estaba ya en Guayaquil su sucesor en el mando, que era don José García de León y Pizarro.
Continuando con “Historia general de la República del Ecuador”
“El verdadero sucesor del Marqués de Selva-alegre, y el vigésimo cuarto Presidente de Quito en tiempo de la Colonia fue, pues, don José Diguja .Don Juan Pío Montúfar, había sido andaluz, granadino, Zelaya fue navarro, y Diguja, castellano. Demos a conocer quien era el nuevo Presidente, y la ardua e inesperada comisión con que debía inaugurar en Quito su periodo de gobierno.
Don José Diguja era español, nacido en la villa de Benavente en Castilla la vieja, estaba soltero y tenía mas de cuarenta años de edad; había recorrido casi toda la América meridional, desempeñando como marino y como militar, importantes comisiones del Gobierno, y se hallaba adornado de cualidades morales sobresalientes; sus modales eran nobles, su corazón bien puesto, y de tal manera sabía asociar la severidad con la mansedumbre, que era por todos respetado y obedecido y de todos generalmente amado.Llegó a Quito el 8 de julio de 1.767.
Su primera medida gubernativa fue la de suspender todas las pesquisas que contra los autores de las sublevaciones pasadas se estaban siguiendo en la Audiencia, con lo cual tranquilizó a la ciudad y se adueñó de la confianza de los vecinos; el mismo dia en que tomó posesión del mando, hizo quitar de la plaza la horca, que por orden del Virrey La-Cerda se había vuelto a levantar en aquel lugar. Calmó también con sagacidad a los indios que estaban en Tabacundo y Otavalo, a consecuencia de las nuevas contribuciones con que se los había asustado, y restableció en todas partes el orden y la tranquilidad pública.
Nada parecía, pues, que sería capaz de causar nuevos trastornos en estas provincias;Diguja despidió a la mayor parte de las tropas traídas por Zelaya, mandó tornar Guayaquil, a Lima y a Panamá las compañías que de allá habían venido y dejó en Quito solamente la guarnición que, para conservar el orden público, le pareció indispensable. Tales fueron los primeros pasos que en la senda de su gobierno dio el nuevo Presidente.(ver al final A.)
Habían transcurrido solamente tres semanas desde que tomara posesión de la presidencia, cuando por medio del Virrey de Bogotá, le vino un pliego cerrado y junto con él un oficio, en el cual se le comunicaban instrucciones prolijas sobre lo que debía hacer para que las ordenes reales, que contenía el pliego cerrado, recibieran el más exacto cumplimiento; se le concedían de seis a ocho días de plazo para abrir el pliego y ejecutar puntualmente lo dispuesto por el Rey. Aunque el pliego venía cerrado y las disposiciones del monarca eran reservadas, con todo Diguja sospechó el objeto de ellas y se armó de fortaleza para ponerlas por obra. Llegó el día octavo, abríose el pliego real y se encontró una Cédula de Carlos tercero, en la cual ordenaba Su Majestad que todos los jesuitas que existieran en Quito, y en todos los demás lugares sujetos a esta Audiencia, fueran reducidos a prisión y luego expulsados irremisiblemente de los dominios del Rey católico de América.
Era el 20 de agosto de 1.767; Diguja había tomado todas las medidas necesarias para evitar un tumulto de parte del pueblo, y había expedido ordenes apretadas, a fin de que la prisión se llevara a cabo en un mismo día en todas las ciudades de la presidencia. , Había entonces jesuitas en Quito, Latacunga, Ambato, Riobamba, Guayaquil, Cuenca, Loja e IbarraPertenecían a la provincia llamada de Quito, los colegios de Buga, Pasto, Popayán y Panamá, y además las Misiones de Mainas en la región oriental y las de los Guaymies en el territorio del istmo de Darién. En la ciudad de Quito había tres casas: el Seminario de San Luis, el Noviciado y el Colegio máximo de San Ignacio. Diguja llamó escribanos de su confianza, encargotes el mayor secreto, y, en la madrugada del 20, cuando el reloj de la Compañía había dado los cuatro de la mañana, llamó a las puertas del Colegio y habló al padre Rector, anunciándole que tenía que intimarA todos los jesuitas una orden severa de Su Majestad; el Rector hizo reunir al punto la comunidad; pasaron también todos los del Seminario al Colegio, y, juntos todos, oyeron, en silencio y con las cabezas descubiertas, la lectura de la real cédula, por la que se los condenaba a extrañamiento perpetuo de todos los dominios del Rey de España. Así que el escribano hubo terminado la lectura de la cédula, el Provincial la tomó en sus manos, la besó, la puso sobre su cabeza y declaró que él y todos sus súbditos estaban prontos a cumplir las órdenes de su Rey y Señor natural. Desde ese momento, se les advirtió que estaban detenidos en la casa como en prisión, y que no les era permitido salir fuera ni comunicarse libremente con los vecinos de la ciudad.
Diguja trató a los jesuitas con grandes consideraciones y miramientos, procurando suavizar, en cuanto le fuera posible, la penosa situación a que se encontraban reducidos; hizo prepara mil quinientas camisas, ropa así para invierno como para verano, muchísimos pares de zapatos, toldos para el camino y casas de posada improvisadas en los sitios despoblados, donde los padres tendrían necesidad de detenerse en sus jornadas desde el punto de residencia hasta Guayaquil; cuidó además de que hubiera chocolate y tabaco, a fin de que los desterrados no carecieran de comodidad en su marcha; y, para la decencia conveniente al estado religioso, dio órdenes de que se llevaran hasta catres, para las dormidas del camino .Hechos estos preparativos, dividieron a los religiosos en dos partidas; la primera salió de Quito el 31 de agosto, la segunda el 4 de septiembre, y quedaron en la ciudad solamente los procuradores de los Colegios y los hermanos coadjutores temporales, que manejaban las haciendas. Concluida la entrega de los bienes y papeles, siguió también a Guayaquil la tercera partida. Cada partida iba acompañada de un alcalde y de un vecino distinguido.
CAPITULO XVI. “ La enseñanza después de la expulsión de Jesuitas”
La expulsión de los Jesuitas obligó a tomar providencias, para suplir su falta en las actividades en que ellos se ocupaban. En carta dirigida al Rey el 3 de enero de 1.768, elpresidente Diguja, después de informar sobre la constitución de la Junta de Temporalidadesdecía respecto a la enseñanza: “ En oportuno tiempo se dieron providencias necesarias a la continuación de los estudios en la Universidad y Colegia de San Luis, encargando sus cátedras a los sujetos más condecorados de la Religión Franciscana a dos clérigos de las de Gramática, continuando dos seglares en las de Cánones y Leyes y el Rectorado de dicha Universidad al Maestrescuela de esta Santa Iglesia, siguiéndose hoy en lugar de la Escuela Suarista con la misma aplicación y método, la Escolástica. El reverendo Obispo de esta Diócesis, con la mayor eficacia y su natural prudencia, ha contribuido con los medios que han sido de su inspección y entre sus providencias habilité prontamente 29 clérigos a cargo de un Vicario Visitador a quien ha delegado sus facultades y todos han partido a relevar los Misioneros del Marañón y Maínas.
La Providencia de Diguja previno sólo al Colegio de San Luis y a la Universidad de San Gregorio de Quito. Quedaron, en cambio, sin reemplazo los colegios que los Jesuitas dirigían en Ibarra, Latacunga, Ambato, Riobamba, Cuenca, Loja y Guayaquil.
El arreglo que hizo el presidente Diguja para dar continuidad a los estudios duró apenas dos años; porque a consecuencia del capítulo veinte y ocho de la Real Cédula de nueve de julio de mil setecientos setenta y nueve de extinguió la Universidad de San Gregorio que tenían los Regulares de la Compañía en el Colegio de San Luis, aplicando los mil pesos de su renta para mayor dotación de la de Santo Tomás.
Para completar la extensa información anterior damos otras que la complementan.
23 de julio de 1.767.- Joseph Angel Diguja y Quiñones asume la presidencia de la Real Audiencia de Quito el 20 de agosto. Por orden de Carlos III se expulsa a los Jesuitas de la Audiencia, y sus extensos bienes son confiscados por la Corona. Sus haciendas confiscadas, más tarde vendidas al remate por la Corona, se convierten en la base económica de los propietarios ricos de la Sierra. 1.777.- El cargo de Presidente de la Audiencia en anulado y Joseph Angel Diguja y Quiñones entra en calidad de Regente. Por el Tratado de San Ildefonso entre España y Portugal, la Real Audiencia de Quito cede gran parte del territorio de la Amazonía a los portugueses. ( Hoy es territorio de Brasil ) Este mismo año en noviembre se sublevan los indios de Tabacundo, Cotacachi, Caranqui y Atumtoqui. Diguja sofoca la insurrección; pero no impone penas de muerte.
“Gaceta de Madrid 17 octubre 1.786 .-Escrituras relativas al Mayorazgo de los Vegas en Benavente y San Martín del Valle.- Fernández Duro, Colecc. Bibliog. De noticias referentes a la provincia de Zamora,.1.891”
Diguja, José, nacido en Benavente (ZA).- Entró como Guardia marina en el servicio del Estado, navegando en la escuadra que al mando de don José Alonso Pizarro, zamorano y probablemente su deudor, se dirigió por el Cabo de Hornos al mar Pacífico ( de Este a Oeste lo más difícil) persiguiendo a la inglesa del Comodoro Ansón; sufriendo grandes penalidades y desdichas, y después de su regreso a España pasó al ejercito. Obtuvo varios destinos en América, como el Gobierno de la ciudad y provincia de Cumaná, el de Comisario para la demarcación de límites al río Orinoco y la Presidencia de la Real Audiencia y Comandancia General de Quito, que desempeñó con desinterés y justificación, como también otros cargos importantes, señaladamente el de pasar el Marañón con una expedición militar. Murió en 1.786 siendo Mariscal de Campo y Gobernador Militar de Ciudad Rodrigo, contando 49 años de buenos servicios y 67 de edad. “Fernández Duro”, Antes citado: Diguja, Luis.- Nacido en Benavente y su Regidor perpetuo, Señor de la Villa de Magaz y su castillo en 1.777.
“Destruge, Camilo: Album Biográfico Ecuatoriano .T .II, III, IV. 1.904 Juan Diguja, natural de Castilla la Vieja y Coronel de los Reales Ejércitos, se posesionó de la Presidencia de Quito el 17 de julio de1.767 y cesó en 1.778.
“Alcedo, Antonio: Diccionario Geográfico Histórico de las Indias Occidentales de América. Tomos, III y IV. 1.788. Joseph Angel Diguja y Quiñones, Coronel de los Reales Ejércitos, pasó promovido a la Gobernación de Cumaná el año 1.667, hasta 1.777 que se suprimió la Presidencia y entró en calidad de Regente
Otras noticias sobre los Diguja sacadas de A.E.R
PLEITOS CIVILES. 1.774 – 1.775 = Ramón Diguja Villagómez, de Palencia, Luis Diguja Villagómez, de Benavente (ZA). Sobre los bienes de Luis Diguja Villagómez.PLEITO. en 1.760, de Luis Diguja Villagómez Ruiz de Velasco de Benavente (ZA) sobre hidalguía.PLEITO. En 1.676, de Antonio Diguja Villagómez.
EN PLEITOS DE LA CHANCILLERIA DE VALLADOLID.- Se encuentra el de :
Diguja Villagómez Ruiz de Velasco, Luis .- Dueño de la Villa de Magáz, vecino y Regidor Perpetuo de Benavente, Zamora, y vecino también de Carabelos, Galicia. Casa con Lucía de Villamañes. I.J. 23 de Dicc. De 1.760 ; R.P. 28 de Feb. De 1.761.
Padres : Juan Agustin de Diguja Vega y Quiñones y Catalina Villagómez Ruiz de Velasco.Abuelos : Antonio de Diguja Vega y Quiñones.- Hijo de Alvaro de Diguja y Juana Vega y Quiñones.- Nieto de Diego de Diguja y Catalina de Rivadeneira.2º Abuº : Alvaro de Diguja e Inés Moran de Robledo.3º Abuº : Diego de Diguja y Mencia de Melgar.4º Abuº : Alvaro de Diguja Palazuelo y María Coco de Robles.5º Abuº : Juan de Diguja y Catalina González Palazuelo.6º Abuº : Lópe de Diguja y Beatriz López.7º Abuº : Martín de Diguja y Ana de Reinoso.8º Abuº : Miguel de Diguja y Lucía de Paz. No pone nada en el 9º puesto.10º Abuº: Jaime de Diguja y María de Cardona.
C. María teresa Rodríguez Villana de Manzano.- Legajo 1.124, Nº 14, Expte. 4.962
( A.)De su comportamiento en este caso: Dedicatoria a José Diguja en el “Luciano” de Eugenio de Santa Cruz y Espejo (1.747 – 1.795 ), patriota, mestizo.“ Quito descubre la faz de todo el mundo, en la persona de V.S. un verdadero héroe, porque apenas llegó V.S. a pisar los términos de esta provincia, cuando ya cayeron de su altar los simuladores de rebeldía y de su templo los ídolos de la nacionalidad.”
(B.) De su Expediente para la Orden de Carlos III, en los libros editados por el “Instituto Salazar y Castro” no he podido encontrarlo. En otro, que solo da el nombre de los Caballeros, dice ( Lib. 114, nº 41 V.689 ).- Hay un Expediente Matrimonial en Segovia, que habrá que pedir para conocer el nombre de su mujer.
Bachiller Álvaro Villagómez. Clérigo Presbiterio.
En la ciudad de Santiago de Guatemala, a diez y siete de Julio de mil quinientos setenta y uno, ante el Muy Magnifico y muy Reverendo Señor Licenciado Don Francisco de Cabranes, Deán de la Catedral de ésta ciudad, Provisor y Vicario General de éste Obispado, por el susodicho Deán y Cabildo, sede vacante, y por ante mi, Juan de Pineda, notario apostólico, prestó, presente el Bachiller Villagómez, Clérigo Presbítero, y presentó la petición siguiente: Muy Magnifico y muy Reverendo Señor. El Bachiller Villagómez, Clérigo Presbítero, digo que a mi derecho me conviene hacer información de y vita y letras, para en su tiempo y lugar, aprovecharse de ella y la presenta ante Su Santidad y alegados apostólicos, o ante Su Majestad Real del nuevo Don Felipe, Nuestro Señor, o en cualquiera de sus Reales Consejos, para que por ella me haga merced y haya lugar por mi parte le fuese pedido y suplicado. Y a Vuestra Merced, pido y suplico mande recibir la dicha Información y testigos que de ella presentase, poniendo en ella su Decreto Judicial, y haga se me mande dar en pública forma, de manera que haga fe, y entera probanza ante cualquiera. Otro sí pido y suplico. Los testigos que en ésta causa presentaré, se examinen por el tenor de éste interrogatorio, sobre que pido: I Primeramente, si conoce al Bachiller Villagómez, y de que tiempo. II Si conocen al susodicho por sacerdote honrado, de buena vida y fama, y que siempre ha dado buen ejemplo donde quiera que ha estado, viviendo bien y regularmente. III Si saben que es Letrado Graduado por las Escuelas de México en Cánones, y que es hábil y docto en su facultad, como ha mostrado en las cosas que en éste caso le han sido encargadas. IV Si conocen al susodicho por persona de buen porte y linaje, y que por tal es tenído,y ha sido persona en quien no cabe tenga de las generales (de la Ley) Si entienden y conocen que el susodicho es digno de cualquier honor que Su Santidad, o la Majestad del Rey Don Felipe Nuestro Señor, le quiera hacer. Item. Si saben que el susodicho naturaleza de México y Guatemala.
Presentada la petición e Interrogatorio, y por el Señor Provisor vista, digo que se examinen los testigos que presentaré por el tenor del interrogatorio y atento, y ninguno está ocupado en cosas tocantes al servicio de Dios Nuestro Señor y de si Iglesia corrección del examen y juramento de los testigos que presentaré; y dada la susodicha información y hecha, se le de el tanto que pide del autorizado. Y así lo proveyó, mando y firmó el Deán = Pasó ante mi, Joan de Pineda, Notario Apostólico. Dado en Santiago de Guatemala a veintiuno de Julio de mil quinientos setenta y un años. El Bachiller Alvaro de Villagómez, presentó por testigo en la susodicha razón, para la información, al Muy Reverendo Padre Cristóbal de Cepeda, Clérigo Presbítero Beneficiado del pueblo de . Yo el notario infrascrito, tomé y recibí fundamentos en forma de Derecho de San Pedro y San Pablo, poniendo la mano en su pecho en forma de sacerdote, so cargo del prometió decir verdad, y siendo preguntado por el tenor del interrogatorio, dijo y depuso lo siguiente: A la Primera Pregunta dijo que conoce al Bachiller Alvaro de Villagómez, de dos años a ésta parte poco más o menos tiempo. De las preguntas generales de la Ley, dijo que es de edad de cuarenta y un años poco más o menos. Y de las demás preguntas generales, por mí , el presente notario, le fueron declaradas, no le toca.
A la Segunda Pregunta, dijo que conoce al Bachiller Alvaro de Villagómez, ser Clérigo Presbítero, honrado y de buena vida y fama, y sabe y ha visto que siempre ha dado buen ejemplo de su persona donde quiera que ha estado, y le ha visto vivir muy recogidamente como buen sacerdote, y con esto responde a ésta pregunta.
A la Tercera Pregunta, dijo que éste testigo ha oído decir públicamente a muchas personas, que es público y notorio que Don Alvaro de Villagómez era Bachiller Graduado en México en Cánones y sabe éste testigo que en la facultad, porque le ha visto, ha llegado a juntar muchos negocios en Derecho, y ha visto y mostrado ser hábil y suficiente en el grado de Cánones. Y que esto responde a ésta pregunta.
A la Cuarta Pregunta, dijo que este testigo ha oído decir a muchas personas, que el Bachiller Alvaro de Villagómez, es persona de buen linaje, y éste testigo, por tal le tiene, y que no cabe en su persona que haya ninguna porque tiene por tal persona como tiene dicho en la segunda pregunta. Y no ha visto ni oído decir otra cosa en contrario. Y con esto responde a ésta pregunta.
A la Quinta Pregunta, dijo que por lo que el susodicho tiene en las preguntas antes de otra, y por lo que del Bachiller Alvaro de Villagómez ha visto y sentid, entiende y sabe que cabría en él cualquier Dignidad y merced que Su Santidad y el Rey Don Felipe Nuestro Señor sea servido hacer. Y esto dice a ésta pregunta.
A la Sexta Pregunta, dice que éste testigo sabe que el Bachiller Alvaro de Villagómez es buena mejicana, y ha oído decir que así mismo naturales de éste Obispado y provincia de Guatemala, y que así mismo sabe que es muy útil y provechoso en éste Obispado, así por su buen ejemplo, vida y doctrina, como por las otras . Y esto dice a ésta `pregunta. Con toda la verdad y lo sabe por el juramento que ha hecho. Y lo firmó de su nombre: Cristóbal de Cepeda = Pasó ante mi, Juan de Pineda, Notario Apostólico.
Dado que la costumbre nos dice que las declaraciones de testigos son prácticamente las mismas. dejamos de repetirlas, máxime con la dificultad de hacer una versión legible.
Capitán Bartolomé Villagómez Campuzano
Muy Poderoso Señor: Francisco de Conisa, en nombre del Capitán Bartolomé Villagómez Campuzano, Corregidor de Tunja, digo: que por causa de ser el salario que tiene señalado por Vuestro Consejo, muy poco para lo que valen las cosas en ésta tierra , tan caras como en Castilla, no se puede sustentar casa, mujer y familia conforme a su calidad, y para que ello conste en Vuestro Real Consejo de Indias, donde pretende suplicar hagan acrecentar su salarioPretende hacer información de ello.
Suplica a V.M. se le mande recibir, y para ello se le den las recetorías necesarias, con la citación de Vuestro Fiscal, y que se examinen los testigos en interrogatorio que presentaré sobre lo que pido justicia, y que los de citados el Fiscal que está presente.
La Ciudad de Santa Fe, a tres días del mes de Octubre de mil quinientos noventa y cinco años, la Audiencia Publica , ante los Señores Presidente y oidores de la Audiencia Real de S.M., se presentó ésta petición, y los susodichos Señores, proveyeron el Decreto del susodicho, presente el Fiscal Real a quien cite en forma, Francisco de Alba de Villarreal.
La ciudad de Tunja en treinta de Octubre de mil quinientos noventa y cinco años, ante mi Nicolás de Figueroa, Alcalde Ordinario en ésta ciudad y ante mi compareció el Capitán Bartolomé Villagómez Campuzano, Corregidor y Justicia Mayor que leyó y presento ésta Real Provisión, y presentada, pidió al Alcalde, la mande leer y cumplir y obedecer en su cumplimiento mande que los testigos que presentare, se examinen al tenor del interrogatorio de preguntas que así mismo presenta, y pidió justicia y cumplimiento de Vuestra Real Provisión. = Diego de Solórzano.
Don Felipe, por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, De Mallorca, de Sevilla, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algárves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Occidentales y Orientales y la Tierra Firme del mar océano, así Duque de Austria, Duque de Borgoña, Brabante y Milán, Conde de Flandes, Conde de Barcelona, Señor de Vizcaya y Molina.
A vosotros mis corregidores, y a sus lugartenientes, alcaldes ordinarios y que tras cuales que hiciereis mis justicias, y jueces de todas las ciudades, villas y lugares del Distrito de mi Audiencia y Chancillería Real del Nuevo Reino de Granada, y cada uno de los de vuestra jurisdicción, salud y gracia, sepades por petición de Francisco de Conisa, procurador en nombre del Capitán Bartolomé Villagómez Campuzano, Corregidor de la ciudad de Tunja Presente en la mi Audiencia, ante mi, el Presidente y oidores de ella, me hizo relación, que a causa de ser el salario que tiene el dicho cargo, es muy poco al estar las cosas en Castilla como en ésta tierra, tan caras, que no podía sustentar ni a su casa, mujer ni familia conforme a su calidad y para que ello constase en mi Real Consejo de las Indias, donde pretendía saber información de ello; me suplicó la mandase recibir, y para ello librar las recetorías necesariasCon citación de mi Fiscal, o como la mi merced fuese lo que visto por mi Presidente y oidores, fue por ellos acordado que no debía mandar ésta mi carta. Es la dicha razón, y yo lo tuve por bien, porque mandó que no siendo por ella requerido por parte de mi Corregidor, y presentando ante vos cualquier testigo de que se entienda aprovechar por testigos, recibáis de ellos juramento en forma de Derecho, y susodichos y disposiciones ante escribano público de cada una de las ciudades, villas y lugares por el tenor de las preguntas del interrogatorio, y que ante vos presentaré, para que sean firmados por el Letrado, o de Escribano de Cámara. A los que haréis las preguntas necesarias de manera que cada uno de razón, y lo que así dijeren y de pusieren, escrito y firmado de su propio nombre, signado, cerrado y sellado en pública forma, lo deis y entreguéis. Por la parte de mi Corregidor, pagan los derechos que debieren conforme a mi Arancel Real para que lo presente en la Audiencia donde se haga la Información de Oficio, conforme a mi Cédula Real que sobre ello trata. Así cumpliréis, siendo primeramente citado y llamado el Fiscal de la Audiencia, para que si quisiera lo haga presentar, jurar y conocer los testigos, y si fueres, lo haréis en su presencia, y no en su ausencia y rebeldía, y no lo hagáis so pena de trescientos pesos de buen oro para mi Cámara y Fisco. Dado en la ciudad de Santa Fe a nueve de octubre de mil quinientos noventa y cinco.Por Antonio González, el Licenciado Miguel de Ybarra, y yo Francisco de Alba de Villarreal, Escribano de Cámara del Rey Nuestro Señor, la hice escribir por su mandato con acuerdo de su Presidente y oidores. = Magistrádos : Alonso Ruiz Galdámez, en Santa Fe a diecisiete de Mayo de 1.595, y yo el Escribano de S.M. Y citen en ella al Señor Licenciado Aller de Villagómez, Fiscal en la Real Audiencia de éste Reino, en su persona, según y para el efecto y con los apercibimientos que en ésta se declara, y de ello doy fe: Marcos de Murcia, Escribano de S.M., y presentada por el Alcalde, la tomó en sus manos, la besó y puso sobre su cabeza, y dijo que la obedecía con el acatamiento y reverencia debida, según forma acostumbrada, y mandó que se guarde y cúmpla. Léase y en cumplimiento, se note oficio al Capitán Bartolomé Villagómez Campuzano, traiga y presente los testigos de que se entiende aprovechar, los cuales se examinaran por el tenor de las preguntas del Interrogatorio que presenta, y en todo se cumpla Vª Real provisión, y así lo digo y firmo con Nicolás de Figueroa.= Ante mi, Diego Solórzano.
Por las preguntas siguientes, sean examinados los testigos que fueren presentados por parte del Capitán Bartolomé de Villagómez Campuzano, Corregidor y Justicia Mayor en ésta ciudad de Tunja, sobre ser poco el salario que se le da, y no poderse sustentar con él.
Primeramente si conocen al Capitán Bartolomé de Villagómez Campuzano, Segundo Corregidor y Justicia Mayor en ésta ciudad de Tunja, nombrado por el Rey Nuestro Señor, y su Real Consejo de las Indias, y por el Licenciado Aller de Villagómez, Fiscal de S.M. en la Real Audiencia de éste Reino, y si tienen noticia del salario que se le da al susodicho Corregidor por razón de su oficio, que son cuatrocientos mil maravedis al año, pagaderos en oro a 556 maravedis cada peso de buen oro de 23 quilates y medio, que vienen a ser 750 pesos de buen oro, y esto es solamente los que se pagan cada año.
Item. Si saben que éste salario, referido a la pregunta, es tan poco, que de ninguna manera con él, el Capitán Bartolomé de Villagómez Campuzano se puede sustentar y alimentar a su mujer, casa y familia conforme a su calidad y oficio, y ejercer como Corregidor, ya que los alimentos de la tierra, ropa y cosas de Castilla y alquiler de casas son muy caras, tanto que renuncia. Jamás han llegado a tener tato valor como en el día de hoy, y cada día va en crecimiento el valor de todo ello, y los derechos y aprovechamientos anejos y concernientes al oficio son muy pocos, y esos, el Corregidor los suelta voluntariamente, casi todos a las partes litigantes por darles buen despacho. Digan lo que saben.
Item. Si saben que respecto de ser como es el salario tan poco, y los costes de ésta tierra tan caros, y los derechos y aprovechamientos del oficio tan pocos, como es manifiesto y notorio, que bien mirado y considerado lo uno, y los costes necesariamente de los corregimientos, es menester para congruentemente, conforme a su calidad y al dicho oficio, que tiene cincuenta mil maravedis de salario al año, porque de ésta manera padecería necesidad como la ya notoria, por no llegar, como no llega con mucha parte el provecho, por gasto ordinario y moderado que tiene.
Item. Si saben que todo esto es público y notorio. El Licenciado
Y después de lo dicho, en la ciudad de Tunja a tres de Noviembre de mil quinientos noventa y cinco, El Capitán Bartolomé de Villagómez Campuzano, Corregidor y Justicia Mayor en ésta ciudad para la Información de lo contenido en su interrogatorio, presentó por testigos al Capitán Antonio Ruiz Macipe, vecino y encomendero de ésta ciudad, del que se recibió juramento por Dios Nuestro Señor y la Señal de la Cruz en forma de derecho, a cargo del cual prometió decir verdad; y siendo preguntado al tenor del interrogatorio, dijo lo siguiente:
Ala primera pregunta, dijo que conoce al Capitán Bartolomé de Villagómez Campuzano, Segundo Corregidor y Justicia Mayor en esta ciudad de Tunja, nombrado para el ejercicio del oficio por el Rey Nuestro Señor y por su Real Consejo de las Indias, desde el tiempo que vino como Corregidor a ésta ciudad, hará cuatro años y medio poco más o menos, y así mismo conocí al Licenciado Aller de Villagómez , Fiscal de la Real Audiencia de éste Reino, y tiene noticia del salario que se le da, por razón del oficio de Corregidor que es cuatrocientos mil maravedis al año, pagados en oro a quinientos cincuenta y seis maravedis cada peso de buen oro de ventiseis quilates y medio, y tiene de ello noticia por haber visto y platicar a su mujer diversa veces en ésta ciudad y la de Santa Fe y se lo a esto tocante por el titulo de tal corregiduría que tendrá.
Preguntado por las generales de la Ley, dice que no le tocan, por no ser pariente ni enemigo de ninguna de las partes, y que es de edad de sesenta años, poco más o menos.
A la Segunda pregunta dijo que sabe que el salario de cuatrocientos mil maravedis, que así el Rey Nuestro Señor manda dar cada año al Capitán Bartolomé de Villagómez Campuzano, Corregidor, por razón del uso y ejercicio de los oficios, es tan poco que de ninguna manera puede sustentar y alimentar, su mujer, casa y familia conforme a su calidad y a su oficio, que usa y ejerce de corregidor. Respecto del abastecimiento en ésta tierra de ropa y cosas de Castilla, y alquiler de casas son muy caros, tanto que nunca jamás han llegado a tener tanto valor como en el día de hoy y cada día va en crecimiento el valor de todo ello, de tal manera que una vara de paño, y terciopelo negro, valen doce pesos de oro de trece quilates, y la de tafetán dos y medio, y una botija de vino diez pesos de oro de veinte quilates, y una de aceite cinco de trece quilates, y una libra de jabón un peso, y una vara de cinco pesos, y una de las demás cosas de mercaderías de Castilla, cada una en su genero respectivamente. A éste precio, que siendo como son necesarias las más todas ellas, fuera de las que se refieren para el sustento de una casa de la calidad del Corregidor, compensado el salario con el coste de ellas, que cada una no hay riqueza con mucha limitación no llegan a alcanzar los salarios por los costes de más de que los aprovechamientos pertenecientes a su oficio, son de tan poca consideración que no tienen ninguna, y aunque la tuvieran, mediante estar la tierra tan necesitada y pobre, el Corregidor, así por esto, como por el buen despacho y expediente, lo suelta, remite y perdona a las partes litigantes como éste testigo lo ha visto y ve muy de ordinario.
La Tercera pregunta, dijo: Que por lo que he visto, tiene y ser tan poco el salario como lo es el que así se da al Corregidor, y los costes de la tierra, tanta y tan cara, que los derechos y probanzas del oficio, tan pocos como es manifiesto y notorio., bien considerado y mirado, es visto que el Corregidor, necesariamente para sustentarse conforme a su calidad, ha menester cientos mil maravedis de salario al año, porque de otra manera padecerá, como padece excesiva necesidad y trabajo por no llegar, como no llega a proveer el gasto ordinario, y no de la deuda que tiene éste Corregidor desde que entró en ésta ciudad con muchas deudas, en más cantidad de pesos de buen oro, sin poder pagarla ni satisfacer a sus acreedores. Y esto responde.
A la Cuarta pregunta dijo: Que lo que el susodicho tiene, es público y notorio a pública voz y fama. Es la verdad para el juramento que hizo, y lo firmó, signo con Nicolás de Figueroa, Antonio Ruiz y Macipe. Ante mí, Diego Solórzano.
Dado que los demás testigos declaran aproximadamente lo mismo, terminamos aquí las declaraciones de los siguientes, que no son más que repeticiones
Hay un escrito con cinco firmas, una de ellas del Licenciado Aller de Villagómez, Fiscal de la Audiencia, y que ha intervenido en la información anterior.
Que reside en el Nuevo Reino de Granada, habiendo visto la información hecha de Oficio, acerca de los servicios y pretensión del Capitán Bartolomé de Villagómez CampuzanoCorregidor de la ciudad de Tunja. Decimos que de las deposiciones de los testigos consta que el susodicho ha residido en las Indias más de veinte años, y servido en la costa de Cartagena y donde se le ha ofrecido, y últimamente en el Corregimiento de la ciudad de Tunja que le está encargada, donde en el asiente del Registro de la Alcabala, y demás cosas que se le han ofrecido hacer, ha servido muy bien, y pretende que S.M. le haga merced de un gobierno bueno de los de por acá, o dos mil de renta en indios vacos, o que vacaren; y lo que podemos decir, es que el dicho Capitán, es hombre honrado, reputado por Noble y buen celo, y por tenerle en el asiento del Derecho de la Alcabala, ha sido perseguido de algunos. Tiene reposo y mansedumbre que crió, y conforme a esto podrá V.M. hacerle merced en cualquiera de las cosas que pide.= nueve de Junio de mil quinientos noventa y siete.
Francisco Villagómez y Villarroel
CONTRATACION, 5411, N. 32 = 1.631 = Reinando Felipe IV = Virrey, Luis Jerónimo Hernández de Cabrera, Cuarto Conde de Chinchón.
En la Villa de Aguilar de Campos en seis días del mes de Abril de mil seiscientos y treinta y un años, para ante el Señor Licenciado Don Jerónimo de Neyra, Alcalde Mayor de la dicha villa, la presentó el contenido: Don Francisco de Villagómez y Villarroel, vecino y natural de ésta villa, en aquel modo que mejor haya lugar de serlo, ante Vuestra Merced comparezco y digo, que a mi se reofrece ocasión y tengo necesidad de salir de éstos reinos de España y para otros, especialmente a los de las Indias para donde estoy .A mi derecho conviene hacer información de testigos ante Vuestra Merced , De que soy hijo legítimo de Francisco de Villarroel y de Doña Catalina de Villagómez, su mujer, ambos vecinos de ésta villa, y que los dichos mis padres y sus antepasados por ambas líneas, no son ni han sido descendientes de moros ni de judíos ni herejes ni de nuevos convertidos, ni de penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición ni de otra nación, ni secta religiosa o gente infame, y yo y ellos no somos ni hemos sido de los prohibidos de pasar a las Indias. Antes, por el contrario, yo y los dichos mis padres y sus mayores y antepasados somos y hemos sido hijosdalgo notorios de sangre y estar conocido, así de padre como de madre, y cristianos viejos, y limpios de toda mala raza y mezcla de mala sangre, y como tales han tenido, los dichos mis padres y antepasados muchos cargos y oficios honrosos de paz y guerra en servicio del Rey, y hábitos militares, y Colegios Mayores y Oficios de Inquisición, y en ésta opinión y fama, somos y habemos sido siempre hemos sido estimados y tenidos, sin haber cosa en contrario. = Firma Francisco de Villagómez y Villarroel.
AUTO: Esta, por su merced, el Señor Alcalde Mayor dijo, que el dicho Don Francisco de Villagómez y Villarroel, de la información que ofrece, y para ello presente los testigos de que pretende aprovecharse, cuyo examen y juramento sometió a mí , él presente están y que hecha la información, vista la letra y garante Su Merced para proveer justicia. Y así lo mandó y firmó de su nombre = Don Jerónimo de Neyra = Ante mi, Francisco Sánchez.
PRESENTACION DE TESTIGOS.
En la Villa de Aguilar de Campos el día, mes y año susodichos (6.4.1631) para la averiguación y probanza que pretende hacer, presentó Don Francisco Villagómez y Villarroel por testigos a Juan de Gamaza, a Francisco de Cejnos, a Alonso de Aguilar y a Martín López de Rioseco, vecinos de la dicha villa, los cuales hicieron juramento en forma de derecho sobre la señal de la Cruz, de que dirán verdad de lo que supieren y fueren preguntados, de que doy fe. = Francisco Sánchez, Escribano.
INFORMACION.
En la villa de Aguilar de Campos, en el día mes y año antes citado, Juan de Gamaza, testigo presentado y jurado por parte de Don Francisco de Villagómez para la información que pretende hacer, fue examinado del tenor de la petición de Don Francisco, y respondiendo a lo en él contenido, dijo y depuso lo siguiente: que conoce a Don Francisco Villagómez y
Villarroel desde que nació, que a lo que éste testigo se quiere acordar, fue pocos días antes o después que llegó a ésta villa la nueva de haber nacido el Rey nuestro Señor, y así le parece que tendrá de edad ventiseis años, y sabe que es natural de ésta villa., por que sus padres que fueron el Doctor Francisco de Villarroel y Doña Catalina de Villagómez, le tuvieron y procrearon por su hijo de legítimo matrimonio, siendo vecinos de ella, y por tal, su hijo legítimo, es y ha sido siempre habido y tenido, y comúnmente reputado, y así mismo sabe todo lo que en la petición se dice tocante a la limpieza y nobleza de su sangre y de sus antepasados por ambas líneas, porque de ello tiene mucha noticia éste testigo, y de que no padecen ni han padecido el menor de sus pasados, ni ninguna de las faltas de calidad que en la petición se dicen estar de ellas libres, porque si tal cosa cualquiera de ellas hubiera sido, éste testigo lo supiera y no pudiera ser menos por la mucha noticia que tiene y haber sido sus antepasados de Don Francisco de la gente más principal que hay en ésta comarca, y aun en todo el Reino de León, y en ellos fuera imposible haberse podido encubrir cualquiera de las dichas antes por el tienen y han tenido muchos actos positivos de su nobleza y el ingreso a los hábitos de las cuatro ordenes militares, y Colegios Mayores de Salamanca y Valladolid, y plazas de Inquisición que por la probabilidad que causar a los referidos, los deja de decir en particular, y así mismo sabe que es mozo soltero, y no sujeto a matrimonio, ni jamás dejo decir que se haya casado, y no es de los prohibidos de pasar a Indias, y que es un mozo no muy alto, algo moreno de color, y la nariz algo grande, y tiene un lunar pequeño encima del bigote en la parte derecha, y que esto es lo que sabe de lo contenido en la dicha y que es de edad de sesenta y un años poco más o menos, y que no es pariente ni enemigo del dicho Don Francisco, ni le toca las demás preguntas generales de la Ley que le fueron hechas, y que todo lo que ha dicho es público y notorio, y pública fama en ésta villa entre los vecinos de ella, sin haber oído, visto ni entendido cosa en contrario, y que es la verdad de lo que sabe, so cargo del juramento que ha hecho, y por que habiéndole leido éste su dicho y deposición, dijo que está bien escrito conforme a la obviedad, y el él se certificaba, y lo firma de su nombre = Juan de Gamaza = Ante mi, Francisco Sánchez Escribano.
Siendo los testimonios de los testigos Alonso de Aguilar, Francisco Cejnos y Martín López de Rioseco, del mismo tenor, aunque los tenemos, no nos merece la pena repetir.
Sabemos por la información contenida en el Capitulo VII, Villagómez “previos” a la unión, que en 1.639 recibió la merced del hábito de la Orden de Santiago al mismo tiempo que los recibía su hermano Antonio.
Licenciado Fernando de Villagómez
El Licenciado Fernando de Villagómez, hijo de Cristóbal de Villagómez, natural de Villafrechos, muchos años Capitán de caballos del Emperador Nº Sr. Que en gloria esté, en muchas jornadas. Del Contador del Santo Oficio de Cuenca y Murcia, y sobrino del Licenciado Villagómez que fue del Consejo, de Don Francisco de Villagómez Vivanco, Obispo que fue de Tlascala (Máxico), y es graduado de Bachiller de Cánones por Salamanca, y Licenciado por Siguenza, y se ha ocupado en comisiones, y ha dado buena cuenta de ellas
El Licenciado Fernando de Villagómez, Vuestro Fiscal, que por Cédula de V.M. y Sobrecédula Real, está ordenado y mandado que los regidores de la Ciudad de Santiago en Guatemala, no traten ni contraten, ni por si, ni interpuestas personas en ningún genero de mercado ni contratación, lo que es por resolución de la Justicia, y no se cumple ni ejecutan, contraviniéndolo, tratan y contratan como mercaderes, sin que a esto se ponga remedio, por lo que suplico a V.M. mande se libre y despache cédula dirigida al Presidente y oidores de la Audiencia Real, para que con grandes penas y apercibimientos, se cumplan y ejecuten las Reales Cédulas.
GUATEMALA, 11, R. 6 N. 47, 1.603.
El Licenciado Fernando de Villagómez, Vuestro Fiscal, digo que estando proveído y mandado en las Indias que los mestizos de ellas, no pueden ejercer oficios públicos. Han llegado a mi, noticias de que en la ciudad de Santiago en Guatemala y sus comarcas, y en otras partes de su distrito, algunos mestizos ejercen oficio de escribanos, y de ello resultan inconvenientes. Para cuyo remedio suplico a V.M. mande dar Cédula Real, para que el Presidente y oidores de dicha Audiencia, quiten los dichos oficios, y los títulos que tuvieren de ello, a todos los mestizos que en su distrito usan de éstos oficios, que de aquí en adelante no consientan que ningún mestizo use ningún oficio de Escribano Real Público, so graves penas.
GUATEMALA, 11, R. 6, N. 48 = 1.603.
El Licenciado Fernando de Villagómez, Vuestro Fiscal, digo que en la Ciudad de Santiago de Guatemala, reside el antiguo Alguacil, un tal Julián Calderón, casado y con su mujer en éstos Reinos; y aunque la Audiencia le ha mandado se venga a hacer vida con su mujer, no la ha cumplido. Pido que el Presidente y oidores cumplan con rigor, y contando hacienda, se le hiciese embarcar en la primera ocasión para España, para hacer vida con su mujer, y que también lo tengan a buen recaudo hasta que embarquen.
Propuesto en los años 1.597 y 1.599 para oidor de Panamá.
Antonio Giron de Villagómez
Nacido en 1.622, o 1.620, hijo de Don Antonio Girón de Villagómez y de Doña Francisca Castellanos, naturales de Sahún y Mayorga en el Reino de León, y nieto de Don Alonso Girón y Doña María de Loaysa, y maternos Don Diego Castellanos y Doña María Vaca. Su padre Regidor Perpetuo del Cabildo y Regimiento de Sahún y familiar del Santo Oficio, y Corregidor de dicha villa. El abuelo paterno, familiar del Santo Oficio y soldado en el Ejercito del Estado de Flandes, donde ocupó todos los cargos y puestos del ejercito, siendo Capitán y Maestre de Campo. El abuelo materno, Don Diego Castellanos, estuvo también en Flandes.
Con su tío, Don Pedro de Villagómez, electo Obispo de Arequipa en el Perú, embarca en 1.632, con diez o doce años, según los documentos, de ahí la duda sobre el año de nacimiento. A los trece años entra de colegial en el Colegio Real de San Martin de la Corte de la ciudad de los Reyes, donde permanece durante diez años. Pasa a la Universidad de los Reyes, Facultad de Leyes y Sagrados Cánones, graduándose de Bachiller, Licenciado y Doctor. Regentó la Cátedra de Prima y Sagrados Cánones. Durante seis años, asiste a la Cofradía de los Sacerdotes, fundada en la Iglesia Hospital de San Pedro, para cuidar sacerdotes enfermos. Interviene en la información para la beatificación de Santo Toribio. A su costa, marcha en misión a Cajamarca y otros lugares. Obtiene por oposición el Curato de la villa de Valverde. Durante once años, sirve y ejerce el cargo y puesto de Cura Lector de la Santa Iglesia Metropolitana de los Reyes, plaza obtenida por oposición, acudiendo a dicho ministerio en 1.658. En 1.664 solicita al Rey se haga información para la solicitud de una canonjía o dignidad de la Iglesia Metropolitana de los Reyes. Firman la misma el Conde de Santisteban, Marqués de Solera y Virrey del Perú, y los Doctores Don Sebastián de Alarcón, Don Francisco Sarmiento Mendoza, Don Bernardino de Figueroa y la Cerda y Don Thomas V. Caviedes, Don Bartolomé de Salazar y Don Pedro González de G. Testifica desde Mayorga Don Juan Castellanos, Clérigo Presbítero natural y vecino de Mayorga, en nombre de su hermano Don Antonio Girón Castellanos, cura de la Parroquia de San Marcelo.
Doctor y Licenciado Pedro Villagómez y Morillas del Consejo Real
Real provisión al Doctor La Gasca, al Licenciado Pedrosa y al Licenciado Gómez Zapata, encargándoles el pleito entre el Capitán Alvaro de Mendoza, vecino de la ciudad de Cartagena de Indias, de una parte, y Francisco Hernández de Liébana, Fiscal según la Ley de Segovia. Sobre un repartimiento, y sobre otras causas y razones.
Intervención del Cardenal Lorezana en un Asunto de Familia
El Cardenal Arzobispo de Toledo Francisco Antonio Lorenzana, era hermano de nuestra cuarta abuela materna y mantuvo una fuerte vinculación con la familia.
En casa de mi madre, estaba desde siempre el retrato que le hizo durante su estancia como Arzobispo de México el pintor Michl. Cabrera en 1.766, y que hoy, debidamente restaurado, conservo en la mía.
Según parece, a oídos del Cardenal habían llegado noticias, de que mi tio tatarabuelo, Diego Alfonso de Villagómez Lorenzana, a la sazón Capitán de Fragata de la Real Armada destinado en Menorca, se había echado una novia Doña Mariana La Guardia, natural de la isla y que no debió gustarle a S.Emª,
Con éste motivo, inicia una serie de maniobras epistolares a fin de terminar con el asunto.
Téngase en cuenta, para entender la situación, que Don Diego, ya tenía cuarenta años, era Capitán de Fragata, con veinte años de servicio en la Real Armada, o sea, que era todo menos un niño y que se habia, por lo que parece, encaprichado de la tal Mariana, la que después veremos por los escritos, que no debía tener una buena reputación.
La primera fecha de la que hay constancia es de 3 de febrero de 1.794, aunque no hemos encontrado el documento; pero se hace referencia a ella en documentos posteriores. Entre esa fecha y la última 21 de Septiembre del mismo año, Archivos Españoles en la Red, nos ofrece la posibilidad de acceder a 20 documentos con la correspondencia cruzada entre el Cardenal Arzobispo de Toledo y S.M. Carlos IV, asi como con el Conde de Campo Alange (1) que entre otros asuntos llevaba el de las Licencias de matrimonio, cuando era necesaria la Real autorización. Posteriormente parece ser que también recurrió a Don Antonio Valdés (2), ministro de Marina para conseguir para su sobrino, primero un permiso, y después un destino bien lejos de Menorca, al Caribe, para evitar tentaciones.
De la lectura de ésta correspondencia que adjuntamos, se deduce la trama del asunto y de la forma de ser de los personajes. Cada uno saque y deduzca según su criterio.
Si la cosa se hubiera retrasado simplemente un par de años, ahora estariamos emparentados con una familia menorquina; pues la História nos cuenta como el Cardenal admitio en 1.796 tres denuncias contra Godoy por ateismo y bigamia, apoyado por el Arzobispo de Sevilla Don Antonio Despuig y el Obispo de Avila, Musquiz, confesor de la reina. Descubierta la trama por Godoy, desterró a los tres prelados (14 de Marzo de 1.797) mandándolos a Roma a consolar a Pio VI
Título de Castilla concedido por Carlos III en 1.760, a Ambrosio José de Negrete, Regidor de Madrid, aunque por las fechas podría ser su hijo, Segundo Conde José Antonio Hilario, fallecido en 1.818. Capitan General, Ministro de La Guerra y Embajador en Viena. Carlos IV concedió Grandeza de España Honoraria.
Ministro de Marina de 1.783 a 1.795.- Terminó las obras de los arsenales, amplió el de La Carraca y fundamentalmente contribuyó al progreso de nuestra marina.
Capítulo VIII.- Segunda parte.- Página 22
Intentando, por curiosidad, dar con la pista de Mariana, busco en internet en http://www.familysearch.org/, pero con ése apellído y en Menorca, solo doy con Mariana Guardia Pujol, bautizada el 30 de Marzo de 1.652 en Alayor, Menorca hija de Matias Guardia y Magdalena Pujol, casada con Antonio Pons Salom el año 1.681 en Menorca. Fallecida el 11 de Julio de 1.705.
Aparece otra Mariana Guardia Pujol, nacida tambien en Alayor y bautizada el 2 de Diciembre de 1.681.
Y una tercera, Francisca Guardia Jover, nacida el 16 de Dicbre. 1.693 en el mismo pueblo, Alayor, hija de Bartolomé Guardia Jover y Juana Pellicer Mascaró
Habida cuenta de con éste apellido, los mormones dan 500 resultados, de los cuales las tres que se citan arriba son las únicas nacidas en Menorca, debemos estar muy cerca, aunque las fechas no son muy coincidentes.
En la carta de 17 de Agosto de 1.794, ponen en boca del Cardenal que la determinación de su sobrino a la boda es debida “a su ignorancia de la conducta de la tal Dª Mariana, sindicada en Mahón”.- No sé muy bien que significado tenía en ésa época lo de “sindicada en Mahón” ; pero tiene todas las que solo que hoy entendemos por “fichada”,
Otra cuestión que me desconcierta es la siguiente:
Si desde el 25 de Septiembre de 1.792 al 21 de Octubre de 1.797 manda la fragata “ Juno” y yo tengo el itinerario de la misma entre ésas dos fechas, donde se comprueba que solo estuvo en Mahón del 18 de Octubre de hasta el 19 de Noviembre de 1.793 y desde el 2 al 22 de Enero de 1.794, todo éste asunto debía venir de antes.
Nada sabemos sobre la persona que tenía informado al Cardenal sobre las andanzas de Don Diego, aunque podemos figurarnos de que éste hubiera encargado del asunto a algún párroco, lo que nos hace temer que las informaciones sobre la moralidad de Dª Mariana, quizás pecaran un poco por exageradas.
La fuerza del Cardenal, estriba en que no solo consiguió sacar al sobrino de Menorca, si no que lo hizo con barco y todo, pues la fragata no regresó a España; y cuando lo hacia algún tiempo después se perdió en la costa este de E.E.U.U.(Ver con amplitud éste suceso en “Villagómez Capítulo III” Curiosidades”, y si pinchais en Google “Fragata Juno”, vereis que seguimos pleiteando por las toneladas de plata que transportaba.
Don Francisco de Quevedo y Villegas. Caballero del Hábito de Santiago
La relación entre Quevedo y nuestro Don Diego era sin duda de una gran amistad, con independencia de su parentesco, no olvidemos que la madre de Diego era Doña Inés Corral de Quevedo, de la línea de los Quevedo, y según otros, prima de Don Francisco de Quevedo. Eran de la misma edad, los dos habían nacido en 1.580. (Esto no está muy claro según veremos después) -Según certificación de José Alfonso de Guerra y Villegas, “rey de armas”,proporcionada por Don Francisco Javier Prieto López de La Coruña.
Y por Don Mariano Barba de Madrid:
En la Iglesia de Santa María La Sagrada de Castroverde de Campos, existía laCapilla de los Villagómez y en ella consta que con las armas de la familia estaba la siguiente inscripción: “ Este escudo de armas, los que están fixos en este arco desta Capilla Mayor de Nuestra Señora de La Sagrada, i bandera pendiente del, i túmulo y estrado que están debajo, i suelo que ocupan en la manera que están i siempre han estado, son de tiempo inmemorial a esta parte y para siempre jamás de la Casa de los Villagómez, propio entierro i asiento suyo, renovólo en sus propios asientos, tamaño y forma antigua, su sucesor Don Diego de Villagómez, hijo del Capitán Don Francisco de Villagómez, (aviendo sido renovado otras muchas veces por sus antecesores por averse envejecido con su mucha antigüedad), año de mil y seiscientos diez. A continuación las páginas de la biografía que de Quevedo hace el Abad arriba citado, y que por si solas son más que suficientes.
“ 130 a 134 Vida de D. Francisco de Quevedo y Villegas. Usava por su jovial inclinación muy frecuentemente de la chança; pero en las veras tuvo suma gravedad, y viveza, y como en aquella procurara no ofender a nadie, assi en estas fue un espejo de moralidad; como bien se verá por lo que desde la prision escrivió a Don Diego de Villagómez, Cavallero de la Ciudad de Leon, su grande amigo. que aviendo venido de Flandes, donde avia sido Capitan de Cavallos, y hecho á la Corona Real muchos, y muy relevantes servicios, desengañado ya del mundo, se entró en la Compañía de Jesús. La carta juzgo será muy provechosa á quien la leyere con atención, y es la que se sigue.
Señor Don Diego. Yo que soy el escandalo, escrivo á v.m. que es el ejemplo, y siendo tan diferentes, encaminamos á los otros á un mismo fin. Yo. En que nadie haga lo que yo he hecho, y v.m. en que todos hagan lo que hace. Tanto se sirve la virtud del horror, que dá el malo para el escarmiento, como de la virtud del bueno para el credito.Hasta el dexar v.m. de ser soldado, se muestra buen Capitan. No dexa el oficio, lograrle, y mejorarle. La guerra es de por vida en los hombres; porque es guerra a la vida, y vivir, y militar es una misma cosa. Dexar la Compañía propia por la de Jesús, es seguir mejor vandera, asegurar el sueldo, y la Corona, que solo se dá al que legítimamente peleare; merecese, y no se negocia; dá el premio el General por los trabajos, que él nos le ganó; nada nos manda, ni pide, que el primero no la padeciesse por si, no por relaciones sabe lo que cuesta ni; puede ser engañado, ni engañarle. Alta, y descansada seguridad es esta para quien ha padecido las embidias de los hombres, y las trampas de la Fortuna; el soldado, que se buelve á Dios, y dexa á los exercitos por el Dios de los exercitos, asegura el oficio, no le abandona. La mayor valentia es huir el furor de las batallas; á esta paz, contra mas enemigos belicosa, quedé tan pobre, como si huviera vivido bien, y tan delincuente, como si huviera robado el mundo. Vi cobrar este propio estipendio á los grandes señores, que vi mandar las armas,y a los que ensordecieron con rumor de la tierra, y fueron amenaza de grandes poderios, les fue postrera clausula de su vida carcel desacreditada. Recorra v.m. su memoria, y hallará Cimenterios de Ilustres Cadáveres, y horribles con los huessos, y prisiones de los que acompañó, ó le dieron ordenes. Solo v.m. ha logrado este desengaño, pues dexa la Compañía de que es Capitan, por ser soldado de la Compañía de Jesús, cuyo Teniente es el glorioso Patriarca San Ignacio; su vandera deven seguir todos los arrepentidos de la milicia del mundo, pues él, siendo soldado tan hazañosamente valeroso, fue fundador ( digamoslo assi) de la soldadesca reformada, e infatigable para las conquistas de Dios. Fundó aquel Soberano Cantabro una Orden, ó exercito, que conquista con palabras en los pulpitos el conocimiento; con el oydo en los Confesionarios, la enmienda; con la leccion en las Catedras bate la ignorancia; con las plumas en los escriptos de la heregia; con la modestia, y decencia religiosa de sus passos en publico, la desenvoltura mal recatada. Oy quento señor Don Diego catorce años y medio de prisiones, y en la carcel nueve heridas, en que quento el jornal de mi perdicion; tengame v.m. lastima en paga de la embidia, que le tengo; y pues Dios le dá mejor Compañía, gozese en ella, sin la soledad del amigo, que en poder de la persecución, yace tan alcanzado de quenta, que aun paga menos de los que deve ,y le dé Dios á v.m. su gracia, y le bendiga.De la prision oy 8. de Junio de 1643.Su mayor amigoDon Francisco de Quevedo Villegas. Por esta carta se conoce la estimacion que hizo Don Francisco de la Compañía de Jesús, á cuyo admirable instituto, por la doctrina, y santidad, deve toda la Republica Cristiana; aviendo embiado la Divina Providencia a su Iglesia Militate, debaxo de las vanderas desta gran Religión, el socorro mas pronto, y mas incontrastable en la mayor necesidad, y calamitosos aprietos, renovando los tiempos Apostolicos en el pecho, y en la pluma de tantos, y insignes Varones como ha dado, y cada dia está dando la Compañía.”
Y ahora, ya de nuestra cosecha, si damos por buena la información que de Don Diego nos dan los mormones, tenemos que suponer que éste, en esa fecha habría enviudado, lo que se añadiría a la decisión tomada, ya que en lo que están todos conformes, es en que no dejó sucesión.
De Diego sabemos por “Los Santos de los últimos días” ( mormones), que nació en Castroverde de Campos en 1.580, hijo de Francisco Villagómez Herrera,(falso, el segundo apellido era Moran. Posible error del agente investigador), y de Inés Corral de Quevedo. Se casó con Doña Catalina de Villarroel; posible parienta, ya que su cuñado Francisco, casado con su hermana Catalina, se apellidaba Villarroel .
Por la “Relación de Méritos y Servicios de Antonio Villagómez y Villarroel de 1.649”, Archivo de Indias.- Lima 243.N.4, donde dice: “ 6) Item. Que Don Diego de Villagómez, fue hermano de padre y madre, de la dicha mi madre, el cual sirvió al Señor Rey Felipe tercero, con plaza de Capitán de Infantería en el Tercio de Nápoles, y después fue Gobernador de Final; el cual murió sin sucesión.”
Batalla de Les Avins 20 V 1635El conde de la Fera [Feira], pudiendo haber escapado como los otros que no cuento aquí por presos, no quiso sino que se apeó, y con la espada en la mano se puso delante del escuadrón volante, y herido y atropellado cayó en un zanjón entre muchos heridos y muertos, donde le acabaran de matar si no fuera por el alférez D. Diego de Villagómez, que le dio a conocer a un sargento francés, que le ayudó a levantar y le llevó preso.
Como se ve por este relato, Diego debió caer prisionero de los franceses junto con el Conde de la Feira; pero este último ya aparece al poco tiempo en las filas españolas, seguramente canjeado, o habiendo pagado rescate.
En consulta con el Padre José María Domínguez S.J. del Seminario de Cartuja en Granada me comunica que Diego Villagómez, falleció en 1.674. Extrañado por la longevidad que esto suponía en Diego, noventa y cuatro años, le pedí confirmaciónSiendo su respuesta:
Sr. D. José: La fuente es del reputado Josephus Fejér, SJ, en su Defuncti Secundi Saeculi Societatis Jesu, 1641-1740,Vol. V (S-Z) pg 272, Romae, 1990 (Institutum Historicum S.J.). P. Villagomez, Didacus. Salmanticae, 17 febr 1674 [HS49 54v Cast]. Este autor es la máxima autoridad para los difuntos de la Antigua Universal Compañía, que se apoya en los catálogos del tiempo, ahora muchos inasequibles. Pero, naturalmente también yerra, sobre todo en nombres españoles; él era húngaro. Si encuentro algún dato valioso se lo comunicaré. En el Señor JMª Domínguez, SJPD. La sigla HS 54v significa Historia Societatis pg 54 vuelta, y remite al ARSI (Archivium Romanum Societatis Iesu).
Otra de las cosas poco tratadas por los biógrafos de Quevedo es su actividad, primero como Oficial Mayor de Don Gregorio de Tapias, Secretario de Cámara del Real Consejo de Ordenes, en lo referente a la de Santiago, donde aparece cumplimentando unos impresos en los expedientes para la concesión de los hábitos de Santiago. Y donde al final añadía de su puño y letra y firmaba alguna consideración oportuna. De los expedientillos para la concesión del hábito de Santiago, que han pasado por mis manos, de personajes de la familia, en el primero de ellos en que aparece su firma, es en el de Diego Villagómez Fonseca de 1.621 y en el último de los tenidos en mis manos en los de Francisco y Antonio Villagómez, de 1.639 ; posiblemente de los en que intervino, ya que este mismo año entra detenido en San Marcos de León hasta recobrar la libertad en 1.643 cuando se retira a la Torre de Juan Abad y muere en 1.645
Así, que esta labor la tuvo que realizar entre 1.621, que conoce la Cárcel de Uclés , por un breve período y 1.639 que ingresa en San Marcos. Ni antes, ni después de él, hemos vuelto a ver en los expedientillos para la concesión del hábito de Santiago, que volvieran a usarse los impresos que manejaba Quevedo, que en esas fechas debían suponer una gran novedad.
En el Catalogo de la Colección Salazar y Castro, aparece ya, Quevedo en un documento como Secretario del Consejo de Ordenes en 1.629, habiendo sustituido a Don Gregorio de Tapias.
El investigador James O’ Crosby, (1.924) en su obra “ Cuarenta y dos cartas de Quevedo a dos jesuitas Distinguidos” dice: “ Es posible que antes de 1.594, y otra vez, de enero a octubre de 1.596, haya asistido al Colegio Imperial de Madrid. (14)(14).- De los últimos años falta la documentación, como explica la profesora Riandière, p.89.Sobre esta etapa como otras, el artículo de Ignacio Elizalde pide cierta revisión, pues parte de las conjeturas sin documentación,( véase la p. 91 sobre Juan de Mariana), anécdotas de Tarsia y otras rebatidas por los documentos, en la obra de Quevedo no he “hallado grandes elogios” del P. Jerónimo de Florencia (p.94); los dos poemas citados como de Quevedo son apócrifos (p.96-99); por Francisco de Villagómez, entiéndase Diego de Villagómez. Cuando Diego de Villagómez, amigo de Quevedo que había sido capitán de compañía en el ejercito de Flandes, dejó el ejercito para ingresar en la Compañía de Jesús, Quevedo lo comparó a San Ignacio. ( En la carta puede verse, no se encuentra esta comparación)